Ciudad del Vaticano (AICA): El pontífice recordó la famosa expresión de Saint-Exupery, “lo esencial es invisible para los ojos”, destacando que “lo esencial en la vida es escuchar la voz del novio que viene a transformar cada actividad en una preparación para la boda”.
“No nos quedemos en las dinámicas terrenas, miremos más allá. Es verdad lo que dice la célebre expresión: «Lo esencial es invisible a los ojos». Lo esencial de la vida es escuchar la voz del esposo”
“Tomar distancia de las apariencias mundanas es indispensable. Es necesario decir no a la ‘cultura del maquillaje’, que enseña a cuidar las formas externas. Sin embargo, debe purificarse y custodiarse el corazón, el interior del hombre, precioso a los ojos de Dios; no lo externo, que desaparece”.
“Así es la vida: difunde luz solo si se consume, si se gasta en el servicio. El secreto de la vida es vivir para servir”.
“Lo que queda de la vida, ante el umbral de la eternidad, no es cuánto hemos ganado, sino cuánto hemos dado. El sentido de la vida es dar respuesta a la propuesta de amor de Dios. Y la respuesta pasa a través del amor verdadero, del don de sí mismo, del servicio. Servir cuesta, porque significa gastarse, consumirse; pero, en nuestro ministerio, no sirve para vivir, quien no vive para servir. Quien custodia demasiado la propia vida, la pierde”.