El informe analiza los acontecimientos en cien países potencialmente afectados por el fenómeno y muestra cómo los cristianos discriminados a un nivel definido como “alto”, “muy alto” y “extremo” aumentó en 15 millones.
El número de cristianos asesinados disminuyó (de 4.305 a 2.983), siendo Nigeria el país más peligroso para los cristianos debido a los ataques de las tribus fulani y los islamistas de Boko Haram. En segundo lugar se encuentra la República Centroafricana en guerra y en tercer lugar Sri Lanka, donde más de 200 personas murieron en la Pascua de 2019.
“Las muertes y los asesinatos han disminuido, pero eso suele cambiar dependiendo del año y por lo tanto es un dato muy oscilante”, explica Cristian Nani, director de Puertas Abiertas / Open Doors. Sin embargo, lo que es constante es la creciente presión en la vida privada y pública en la comunidad y en la Iglesia.
“Según varios parámetros que analizamos – discriminación, violencia, exclusión del trabajo, de la salud y de la atención médica, leyes que prohíben la existencia de cristianos o leyes contra las conversiones que se utilizan contra los cristianos”, explica Nani, y agrega: “Todo esto en conjunto conduce a un aumento de la presión en muchos Estados”.
En al menos 73 países los cristianos experimentan un alto nivel de persecución”.
De hecho, hay 11 países en los que la persecución contra los cristianos se define como “extrema”.
Corea del Norte encabeza por decimoctavo año consecutivo la lista, donde según Puertas Abiertas hay “entre 50.000 y 70.000 cristianos detenidos en campos de trabajo a causa de su fe”. Luego siguen los países que están en guerra desde hace años y que poseen un componente fundamentalista islámico muy alto como Afganistán, Somalia y Libia, seguidos de Pakistán donde, en el año de la liberación de Asia Bibi, la ley contra la blasfemia sigue vigente.
Por primera vez, Burkina Faso y Camerún se encuentran entre los 50 primeros países en cuanto a discriminación contra los cristianos, lo que da testimonio de la difícil situación en la zona del Sahel, donde operan al menos 27 grupos yihadistas.
En el norte de Burkina Faso se han cerrado más de 200 iglesias. “Uno de los puntos esenciales en la agenda de estos movimientos es, sin embargo, la eliminación de la presencia cristiana”, explica de nuevo Nani: “Llegan a las aldeas del norte de Burkina Faso dando un ultimátum de 3 días a las familias cristianas para que desaparezcan del lugar. Si esto no sucede después de tres días los matan”.
La persecución de los cristianos en el Medio Oriente perdura desde hace años.
En general, casi diez mil iglesias han sido cerradas o atacadas, mientras que se reportan más de ocho mil casos de abuso a mujeres por discriminación religiosa.
Finalmente, la situación en América Latina, en donde arriesgan sus vidas los sacerdotes y fieles que desafían el crimen organizado en países como Colombia y México.+