No reaccionar ante el escandaloso abuso de poder de este gobierno destruirá la libertad al dar poder a tiranos corruptos. No hay mayor escándalo que el régimen de Biden-Harris sometiendo a niños a la esclavitud y encubriéndolo. Eso significa que las elecciones de 2024 determinarán si todavía tenemos la capacidad de indignarnos moralmente y protegernos.
Al comentar el debate vicepresidencial entre J.D. Vance y Tim Walz, la presentadora de Newmax, Bianca de la Garza, señaló que los moderadores evitaron los temas fronterizos, en concreto los 320.000 niños desaparecidos que Vance había mencionado.
Más de 320.000 niños migrantes que cruzaron la frontera sin sus padres y que el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) entregó a «patrocinadores cualificados» están desaparecidos. Así se desprende de un informe del 19 de agosto del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS IG, por sus siglas en inglés), según el cual los menores corren el riesgo de ser víctimas de tráfico sexual, trabajos forzados y otras formas de explotación.
Tara Rodas se presentó como voluntaria en 2021 para ayudar al régimen de Biden con la crisis en la frontera sur y fue asignada para ayudar al HHS a colocar a niños inmigrantes con patrocinadores en Estados Unidos. Rodas dijo a Hill TV en julio que “el gobierno de Estados Unidos ha utilizado miles de millones de dólares de los contribuyentes para poner a los niños en lo que es la esclavitud moderna”.
Rodas añadió: “Si no lo hubiera visto yo misma, no podría creer que el gobierno de EE. UU. se haya convertido en el intermediario de una operación de tráfico de niños”. Dijo que el HHS estaba enviando a los niños a manos de “, traficantes y miembros de organizaciones criminales transnacionales como la MS13, la banda de la calle 18 y otros cárteles”.
Rodas había testificado ante el Subcomité de Integridad, Seguridad y Cumplimiento de la Ley de Inmigración del Comité Judicial de la Cámara de Representantes el 26 de abril de 2023, como denunciante. Ella dijo al comité que “los niños están siendo traficados a través de una sofisticada red que comienza con el reclutamiento en [su] país de origen, lo llevan de contrabando hacia la frontera de EE. UU., y el [HHS] termina entregándolo a un patrocinador”.
Rodas dijo al Congreso: “Algunos patrocinadores ven a los niños como mercancías y activos que se utilizan para obtener ingresos”. También dijo: “Hoy, los niños trabajarán turnos nocturnos en mataderos, fábricas y restaurantes para pagar sus deudas con los contrabandistas y traficantes. Hoy, los niños serán vendidos para explotación sexual”.
Rodas describió como “los niños indígenas de Guatemala —que hablan dialectos mayas y no saben hablar español [no podían] pedir ayuda en inglés [o] español— se convirtieron en cautivos de sus patrocinadores”.
El 24 de marzo de 2021, Joe Biden encargó en la Casa Blanca a Kamala Harris que mitigara la inmigración ilegal en la frontera sur. Dijo que Harris “era la persona más cualificada para hacerlo” y que “cuando ella habla, lo hace por mí”.
Harris hizo exactamente lo contrario. Sus acciones en Guatemala empeoraron la crisis fronteriza.
Durante 26 años, de acuerdo con sus estatutos, la asociación cívica guatemalteca Liga Pro-Patria ha promovido el Estado de Derecho. La Liga declaró recientemente que las acciones de Estados Unidos en Guatemala han mantenido al país “abierto al flujo de migrantes ilegales y narcóticos hacia Estados Unidos”. La Liga también declaró que “Harris es responsable de 85.000 niños guatemaltecos desaparecidos de los 320.000 que el IG del DHS reportó como desaparecidos”.
La fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, ha estado investigando el tráfico de niños hacia Estados Unidos, pero su oficina no ha recibido ninguna ayuda del gobierno estadounidense. Al contrario, el régimen de Biden-Harris ha cometido delitos intentando destituirla.
El HHS despidió a Rodas después de que hiciera una revelación protegida al Inspector General del Departamento de Justicia. Rodas dice que el HHS la persiguió “para avergonzarla delante de sus compañeros” y “simultáneamente asustar a cualquiera que quisiera denunciar”.
Según Rodas, el gobierno podría encontrar a los niños desaparecidos, pero el HHS no revelará sus nombres, ni siquiera a los fiscales generales de los Estados. Rodas explica: “El HHS mantiene estos datos como rehenes… porque saben que una vez que las fuerzas del orden y los Estados puedan ver lo que ha ocurrido con los niños, no habrá alfombra lo suficientemente grande en el universo bajo la cual meter esto”.
El Congreso no ha tomado ninguna medida con respecto a las impactantes revelaciones de Rodas. En una traición similar a sus electores, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul (republicano de Texas), respaldó la imposición del régimen de Biden-Harris de socialistas criminales en Guatemala.
El republicano Richard Nixon renunció a la presidencia en agosto de 1974 porque los senadores y representantes republicanos dejaron claro que lo procesarían y condenarían. La obstrucción de la justicia por parte de Nixon llevó a los congresistas a poner el país por encima del partido.
Los crímenes que hemos visto del régimen actual empequeñecen los crímenes de Nixon, sin embargo, el Partido Demócrata y los congresistas republicanos de Washington han fallado en actuar para protegernos y proteger nuestra libertad. El tráfico de niños por parte del gobierno y su encubrimiento debería escandalizar a todos los estadounidenses. Esto aplica aún más a los miembros del Congreso y los medios de comunicación, cuyos roles se suponen son brindar rendición de cuentas y actuar como vigilantes, respectivamente.
Solo nos queda esperar que la historia de Rodas se haga más comprensible. Un electorado vibrante le daría la razón al afirmar que no hay alfombra suficientemente grande bajo la que esconder este escándalo.
Los resultados de las elecciones del 5 de noviembre nos mostrarán si aún tenemos la capacidad de indignarnos moralmente y proteger nuestra libertad.