Veamos con detenimiento algo que pocos analizan. La PEA Población Económicamente Activa en el Perú es de alrededor de 16,5 millones de personas. De este total siete millones están afiliados a las AFP y cuatro millones a la ONP, pero cotizan, pagan o ahorran, de once millones, sólo cerca de cuatro millones….lo cual revela un gran drama para siete millones sin cobertura previsional, siete millones que no tienen ni idea de todo este problema, porque nadie les explica.
Esto quiere decir que –por ejemplo- en la ONP o sistema nacional de pensiones, casi dos millones y medio de trabajadores jamás tendrán una pensión de jubilación, porque no podrán construir una historia de 20 años de pagos efectivos, así tengan 65 años de edad. El Estado se quedará con sus aportes, no les entregará ni un centavo, menos una pensión.
En la otra vereda, mal que bien –mejor que nada- los afiliados a las AFP tienen Cuentas Individuales de Capitalización, son propietarios de sus ahorros previsionales, así sea una cantidad pequeña, es su dinero, no del Estado y lo pueden retirar de diversas formas, mejor si es con una pensión como producto de los años aportados.
Los políticos populistas, en medio de tantas confusiones y silencios, siguen tratando de empobrecer a los trabajadores, inventando ilusiones temporales, creando Leyes absurdas que destruyen el sentido de la Seguridad Social y de las Pensiones.
La obsesión era señalar a las AFP como usureras, ladronas, estafadoras. Sin embargo, las AFP ni roban, ni engañan, simplemente no informan bien, no explican casi nunca lo que uno quiere saber.
La mejor prueba es que más de 150 mil afiliados han sacado todo su dinero acumulado –ahorro más la rentabilidad obtenida por sus AFP, no por el Estado- sin recibir ninguna advertencia o asesoría financiera previa y están usando sus ahorros en lo que les urge o angustia, menos en tener pensiones de jubilación.
Son libres de elegir financieramente para quedarse sin pensiones de jubilación, esa es otra discusión por ahora.
Lo que llama la atención es la diferencia con la ONP, con el sistema nacional de pensiones, que si fuera igual de sólido que el sistema privado de pensiones, debería demostrarlo devolviendo el aporte de los trabajadores que desearan hacer lo mismo que en las AFP.
La ONP es un desastre, es un fracaso, como lo son los sistemas de reparto en el mundo, porque son insostenibles en el tiempo y porque los impuestos no producen pensiones.
En unos diez años más el Perú tendrá un escenario complicado de vejez sin pensiones, millones de ancianos pobres sin cobertura de seguridad social. Mientras tanto, se seguirán inventando Leyes tontas para conseguir votos y garantizar trabajo a los políticos y partidos que nos mienten.
Millones de viejos, millones de pobres, millones sin pensiones.
Un país herido en el corazón, enfrentamiento generacional en camino. Esa es la carga explosiva de la izquierda y el populismo para sobrevivir, mientras los demás se mueren.