No hay noticias, no existe opinión, carecemos de medios de comunicación que sean escuela de difusión de información porque así es el mundo de hoy, no es un tema puramente nacional y subdesarrollado, se trata de un virus multinivel, que huye de la verdad y se acerca al dinero que mata el honor.
Un día como hoy, por ejemplo, no es raro que un desequilibrado egocentrista se haga la nueva víctima de sus propios errores, defectos y ambiciones bipolares, porque los indefinidos sobre la profesión, se portan como asesinos de su realidad y luego, piden clemencia o sacan otras uñas del pozo de sus ascos.
Por eso, queremos contarles un poco sobre el Periodismo, y no sobre “el perrio-dismo” de alcoba de varios amoríos, muchas traiciones e infinidad de bolsillos, aretes y anillos de alquiler.
Omar Raúl Martínez Sánchez, director de la Revista Mexicana de Comunicación durante más de 20 años, nos explica con gran precisión lo que es y debe y tiene que ser el Periodismo en cada uno de sus actos y etapas de trabajo: (1) Describe la realidad; (2) Escruta y evalúa las tareas del poder público; (3) Provee un foro para intercambiar las opiniones; (4) Genera y estimula el debate sobre asuntos públicos; (5) Ofrece espacios de opinión a todos los sectores; (6) Presenta, clarifica y analiza las metas de la sociedad; (7) Indaga y plantea el desarrollo de los asuntos públicos hacia el futuro; (8) Descifra indicios, aporta significados y hace comprender. Todo eso es el periodismo.
Y vamos por más, gracias a un resumen que hace la Fundación GABO.
“El periodismo no es un circo para exhibirse, sino un instrumento para pensar, para crear, para ayudar al hombre en su eterno combate por una vida más digna y menos injusta” afirma Tomás Eloy Martínez,
“No está llamado el periodismo a resolver las crisis, está llamado a decirlas, a registrar su peso, a gritar qué se esconde, qué se oculta o simula, cómo duele la llaga, por qué y cómo y a qué horas, desde cuándo y por qué se manifiesta el yugo que oprime nuestra vida social” explica Vicente Leñero.
“El periodismo te enseña a observar, a opinar y a pensar, a sacar deducciones, a sintetizar, a darle forma a una idea” dice con mayor amplitud Elena Poniatowska.
“¿Qué otro oficio permite a uno vivir la historia en el instante mismo de su devenir y también ser un testigo directo? El periodismo es un privilegio extraordinario y terrible” escribe Oriana Fallacci.
“El periodismo es una pasión insaciable que solo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad… Es tener el privilegio de cambiar algo todos los días” inmortaliza Gabriel García Márquez.
“La dimensión humanística del periodismo radica en tratar de hacer el mundo más comprensible; porque si nos comprendemos somos menos enemigos; si nos conocemos estamos cerca el uno del otro” señala Ryszard Kapuscinski.
Entonces amigos, cuando les hablen de Periodismo, recuerden esta breve suma de frases que hemos recogido para ustedes y para nosotros, porque NO es periodismo maquillar la realidad y el rostro de los que saben alterar la verdad.
Queda una tarea: ¿Cómo hacer que las salas de redacción vuelvan a tener periodismo?