De mayo a septiembre, cerca de 350 buques Chinos se trasladaron de aguas internacionales entre la ZEE Galápagos y la ZEE ecuatoriana, hacia el área de alta mar frente a Perú, y AHORA a lo largo del límite sur de la ZEE peruana (entre las Islas Desventuradas y la ZEE de Chile), aquí está la prueba satelital internacional:
Chinos impunemente están depredando el Mar de Grau. ¿No nos creen?
Aquí pueden comparar un barco de la flota industrial china que opera 24 horas todo el año (Foto de Simon Ager) y una embarcación artesanal peruana que opera 5 días y regresa a puerto (Foto de Carlos Gutiérrez). La evidencia no resiste excusas.
“Mientras que las embarcaciones artesanales peruanas se construyen de madera y utilizan líneas de pesca manuales con 2-3 luces para atraer calamares a la superficie, las embarcaciones industriales asiáticas están construidas de acero naval, por lo general pesan entre 800-1000 toneladas brutas, y están equipadas con jiggers automatizados y hasta 150 lámparas incandescentes” informa Global Fishing Watch.
“Las embarcaciones artesanales peruanas tienen una duración media de viaje de 5-10 días y deben regresar a puerto para descargar el calamar, en cambio las embarcaciones de calamar chinas no necesitan transitar de regreso a sus puertos de origen gracias a una actividad llamada transbordo. El transbordo, o la transferencia de capturas de un buque pesquero a un buque de carga refrigerado, también conocido como reefer, permite a la flota calamarera asiática transportar sus capturas desde la alta mar peruana hasta los puertos chinos para su procesamiento – un recorrido de 11.000 millas náuticas – sin tener que dejar los caladeros” reseña nuevamente GFW.
Todo esto ocurre sin que el Gobierno del Perú tome acciones enérgicas frente a esta depredación, contaminación y abuso de la flota industrial de China.
Lo peor es que, alertados por el Gobierno de los Estados Unidos de América, nuestra Cancillería llamó al Encargado de Negocios a.i. de los Estados Unidos en el Perú, para expresar que no había ninguna presencia china en nuestras aguas, cuando las evidencias demuestran lo contrario.