Del Congreso de la República del Perú es imposible esperar algo cuerdo, razonable, honorable, lógico y por lo menos transparente en beneficio de todo el país. En cambio, es común, casi diario, una costumbre y una sucia práctica de evidencias, que las componendas entre ignorantes y perversos, mercantilistas y estafadores del voto popular, lleguen a convertirse en “su realidad buscada”, en su mayor monedero de privilegios y continuidad de tropelías.
Ser y tener menos del 5% de la aceptación ciudadana, lleva a posiciones extremas y a la búsqueda de un gancho irregular e ilegal de permanencia contínua, eso es típico en la actividad delincuencial o mundo criminal. Por eso, nadie ha dicho nada -porque estaba bien escondido en palabras enredadas- el hecho que la Cámara de Senadores podría ser la nueva Cueva de los Corruptos, ya que se ha dispuesto una Reforma Constitucional que dice lo siguiente: “el Senado estará conformado por un número mínimo 70 Senadores. Sin embargo, a diferencia de los Diputados, se requiere que tengan 45 años de edad al momento de la postulación y haber sido antes Congresista”. ¿Leyeron bien?
El nuevo Senador será un viejo Congresista, un conocido “don nada” o alguna “doña nadie”.
Se ha permitido que un Congreso de la República plagado de ignorancia, donde las excepciones son un milagro eventual que no tiene poder ni valor frente a los incompetentes “legisladores” que pululan entre canales de odio y ventanas de escándalos -siendo hábiles truhanes que se resisten frente al deber-, haga de la Constitución Política del Perú, un maltrecho compendio de normas írritas y absurdas que nieguen derechos fundamentales. Esto no es un problema de enfoque jurídico, tampoco es un tema metapositivo en el derecho constitucional; se trata que ningun ciudadano mayor de 45 años de edad, por ejemplo un dirigente sindical, un maestro universitario, una ama de casa, un jubilado o pensionista de invalidez que aspiran a desempeñarse como Senadores de la República, están excluídos en razón de un requisito que no es válido constitucionalmente y menos en el ámbito de los derechos fundamentales.
La pelea, va a ser fuerte y nosotros desde Minuto Digital la vamos a dar.