Cuando hablamos de lo que sucede en el país, en especial referido a la política y lo que de ella se deriva, prácticamente no existen aspectos positivos que mejoren el panorama de sus actores y de los que probablemente les sigan en esa ruta del mal y de la perversión, porque eso es “ahora” lo que se entiende y conoce como “la política”, un camino donde se requiere contar con malhechores, truhanes, sinvergüenzas, inmorales, corruptos, ignorantes, delincuentes e hipócritas.
¿No hay excepciones? Evidentemente que puede haberlas, pero las excepciones confirman la regla de los requisitos que en resumen les mencionamos líneas arriba, del prontuario que debe tenerse para ser considerado potencial ministro, viceministro, embajador, futuro diputado o senador que ya no se llame “congresista”, alcalde, regidor, gobernador o asambleísta regional y a la vez, asesor, director, gerente, asistente o consultor, proveedor, comprador o nuevo funcionario estatal de las también nuevas administraciones públicas que cada año inflan los presupuestos en un promedio de 15% a 25% y dejan de ejecutar entre el 10% y 35% con lo que vemos que, en pocas palabras, la incompetencia para la gestión es contrapuesta con la “habilidad” para el hurto, ya que se inventan incrementos de partidas, se inventan necesidades banales y nuevas obras -al menudeo muchas veces, obritas de veredas, rampas, tachos de basura estáticos, pintado de veredas para que parezcan ciclovías, innecesaria renovación bimensual de plantas, recorte constante de césped (que nadie audita el recorte mensual o dos veces al mes y tiene un costo de S/ 0,45 metro en distritos donde hay más de cien metros, saquen cifras), nuevas cargas de basura en cada viaje por camión recolector, vestimenta semestral y calzados -y carteras, maletines, mochilas, laptops, lapiceros, cuadernos, agendas con logotipo de la entidad estatal, celulares y todo lo que la imaginación pueda comprar para cientos de miles de empleados públicos que sumados son en este momento un millón seiscientos mil- y así, de cientos de gastos “menores”, los partidarios y sus financistas recuperan la inversión electoral y hacen caja para mantener a las actuales autoridades y sus entornos, y se aseguran el reemplazo que ya están alentando, en un juego de traiciones interminable.
Un dato más ejemplificador: sólo en viajes al interior y al exterior del país, se estima que quince mil funcionarios públicos se han dado la gran vida el 2024 y únicamente mil doscientos han viajado por asuntos profesionales, académicos y deportivos que son justificables y han rendido oportunidades, resultados y prestigio al país.
Entonces, ante ese vendaval vacacional, improductivo, conchudo y delictivo, ¿Porqué no se usan los cientos de miles de millas aéreas de esos viajes en beneficio de los niños con cáncer o quemados, cuyos padres y familiares hacen colectas incansables para costear sus pasajes a fin de conseguir un trasplante de médula o piel, tratamiento de enfermedades raras y extremadamente limitantes en Europa o los Estados Unidos? Esos pasajes se pagan de nuestros impuestos y todos los beneficios de esos pagos (las millas aéreas) son del Estado, no de los burócratas, no de los ociosos, no de los ladrones, no de los políticos ni de sus amantes y cómplices del delito.
Como ven, las moscas y los moscos se desesperan por el dinero público y se fabrican normas al estilo “hecha la ley, hecha la trampa”. Para fregarles la actitud y la actividad delincuencial, hay que quitarles el vinagre (leyes de abuso e impunidad) y ponerles miel, es decir, normas precisas, sencillas, simples y claras que sean “hecha la ley, hecha la oportunidad”.
¿Ejemplos? No debe haber compras de ninguna clase de vestimenta o calzados, casacas, chalecos, gorras, maletas, maletines, carteras, carry-on ni ningún aditamento de uso personal en el Estado para empleados administrativos. Tan simple como eso y tendremos más de mil millones de soles libres.
Debe establecerse que todas las millas de un viaje aéreo nacional o internacional -de un trabajador, empleado o funcionario público- que generen beneficios de acumulación de millas, serán de propiedad estatal y se destinará a los niños con cáncer y tratamientos especializados que requieren viajar con sus padres al exterior. Tan simple y se podrán tener más de mil pasajes al año.
Y así, hay muchas otras iniciativas, como esta: Entidad que no cumpla al 100% de la ejecución presupuestal anual, no podrá incrementar las cifras de su presupuesto un año y si se aprobó un aumento, el Ministerio de Economía y Finanzas no entregará esa diferencia. ¿Gastaron el 85% y piden que del 100% se aumente otro 20% el siguiente año? No. Ahora su 100% será ese 85% al que llegaron.
Tan simple es capturar moscas con miel…