El denominado “paro nacional” no fue lo que su declaratoria pensaba lograr, a pesar de las medidas extremas que tomaron los convocantes para afectar a los emprendedores en especial, mediante volantes y anuncios que advertían y amenazaban a comerciantes de mercados y bodegas, farmacias y restaurantes, escuelas y universidades, oficinas y bazares, que si abrían sus negocios, serían apedreados y saqueados “por no respaldar la lucha de los transportistas”, que a ojos de todos, no son choferes o propietarios de vehículos de transporte público legalmente establecidos y reconocidos por la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) sino, grupos informales, transgresores de las leyes, responsables de miles de accidentes de tránsito y numerosas pérdidas de vidas.
El país se dio cuenta que ese discurso demagógico y mentiroso de que “nos están matando por siete soles” en realidad es “nos estamos matando entre bandas que queremos las rutas del transporte, por las rutas que compartimos en competencia diaria exponiendo la vida de los pasajeros y transeúntes, y por las rutas que van a dejar libres más de diez mil combis y custers que en julio pasado debieron dejar de circular”. Esa es la verdad, ¿no lo sabían?
Los informales, agrupados en “asociaciones piratas” como ellos, sin ninguna representatividad gremial o por lo menos grupal, es decir, fachadas de organizaciones que solo pretenden extender su mafia en el caos del transporte, como en construcción civil, como en la pesca negra, como en la guerra por el oro ilegal, con acciones de presión pública y hasta con víctimas que se producen en sus propias disputas, lograron, por ejemplo, este año, una extraña resolución que es atentatoria contra la vida de los pasajeros, transeúntes, choferes de vehículos particulares y de servicio público que pagan sus impuestos, tienen SOAT y revisiones técnicas vigentes, cuentan con licencia de conducir y no acumulan, como los informales, más de ciento cincuenta mil infracciones, multas y papeletas impagas.
Evidencia # 1
La Autoridad de Transporte Urbano (ATU) informó la prórroga de la circulación de unidades con una antigüedad mayor a 20 años. El pasado miércoles 29 de mayo, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) emitió la Resolución N° 285-2024-MTC/01.02 para ampliar “temporalmente” el permiso de circulación de los vehículos (combis, cústeres y ómnibus) con más de dos décadas de antigüedad.
Esa palabra “temporalmente” es la “garantía” que lo temporal se está haciendo permanente, que lo ilegal, se hace “legítimo y legal” cuando debajo y sobre la mesa, se tapan las fechorías y se permiten los abusos.
Evidencia # 2
La Autoridad de Transporte Urbano (ATU) ha decidido extender la vigencia de los títulos habilitantes del transporte regular de personas por un período adicional de seis meses. Esta medida, se oficializó mediante la irregular Resolución Directoral N° D-000029-2024-ATU/DO, publicada en el diario El Peruano. La prórroga se aplicará hasta el 31 de diciembre de 2024.
¿Cuántos se benefician con esa resolución irregular e ilegal? Más diez mil unidades. Lean bien. Más de diez mil armas vehiculares mortales circulando con autorización de quienes deberían impedirlo.
Y adicionalmente a estas postergaciones de la ilegalidad y el enorme riesgo hacia los usuarios y peatones, hay que despejar el manto que cubre otros indicios de la violencia política, extorsiones y criminalidad en el transporte, desmenuzando la guerra por las rutas, guerra entre combis y ómnibus, entre ómnibus y custers, guerras entre todos los que circulan por rutas similares o, ante el retiro (en algún momento debe ser), de más de diez mil unidades de transporte público, quieren tomar el control de esas rutas para “alquilar ingresos” cobrando cuotas, apoyos políticos partidarios y cupos, como ya existe en muchas rutas concesionadas, desde la época de la convicta Villarán (“te autorizo compañero, te doy exclusividad compañero, movilizas a mi gente compañero”).
Estas dos evidencias son la base de la nueva pirámide del delito de las calles, que es motivado, planeado y estructurado desde algunas oenegés, algunos medios activistas y evidentemente, partidos políticos fracasados y sin expectativa cierta. Por eso, la racha, la ola de asesinatos al estilo venganza o ajuste cuentas, se evidenció fuertemente que era el segundo paso en la búsqueda de poder, cuando en agosto de 2023 ocurrió lo siguiente:
Evidencia # 3
“La Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao inició el 2013 el nuevo reordenamiento del transporte convencional con la modificación de 16 rutas de 12 empresas. Se trata de más de 950 unidades (en su mayoría combis) que dejarán de circular por diversas vías principales, como las avenidas Brasil, La Marina, Túpac Amaru y Larco”
Al dejar de circular, deben entrar a otras rutas “si se los permiten” o iniciar rutas ilegales; según nos informaron extraoficialmente funcionarios de esa entidad, la ATU carece de planes integrales que eduquen, expliquen, informen y respondan a la pregunta que se hacen los choferes de las unidades que ya no pueden circular en las rutas donde trabajaban: ¿Y adónde vamos ahora? ¿Dónde sacaremos igual suma de ingresos diarios? ¿Nos ofrecerán la posibilidad de abrir nuevas rutas y conseguir espacios para estacionar unidades en los paraderos iniciales y finales? Nos piden formalizarnos, pero ¿A qué costo?
Y es que el tema del transporte urbano es integral y no de acciones y decisiones parciales, tanto como el enfrentar a la delincuencia: es un tema integral que corresponde a la Policía Nacional, la Fiscalía de la Nación, el Poder Judicial y de ese conjunto de instituciones, con un solo rostro, voz y propuesta bien sustentada, hacia el poder ejecutivo y el poder legislativo, en permanente red informativa a la ciudadanía. Se trata de un cuerpo orgánico para enfrentar una dispersión ideológica fanatizada en objetivos políticos populistas a corto plazo.
Tres evidencias contundentes que lo que ocurre, para haber escalado ahora a un chantaje de los transportistas informales contra el país, es la siguiente etapa del impulso político a la violencia generalizada desde las izquierdas del odio, que son justamente, las que generaron el caos en el transporte con la convicta Villarán, siendo el preludio de todos los crímenes que ahora ocurren y que el gobierno de la “otra” izquierda no enfrenta, porque los comunistas, socialistas, progres, caviares o como se llamen, propician la nueva lucha de clases que hoy es pelea de grupos mafiosos de presión, hacia la conquista del poder.
El “paro” es una muestra del fracaso de todas las izquierdas y del fracaso del gobierno izquierdista de Pedro Castillo, el prófugo Vladimir Cerrón y su socia Verónika Mendoza y por supuesto, de la nefasta administración Boluarte, síndrome de la negación de la ineptitud.
Imagen referencial: Hay personas crueles disfrazadas de buenas personas. Son seres que dañan, que agreden mediante un maquiavélico chantaje emocional. Dalí.