Una doble escena ahora: El desastre de la ausencia de referentes políticos y el desastre de la ausencia de organismos internacionales auténticos, que son reemplazados por varias caricaturas de “misiones de observación” que no son nada y no representan a nadie, porque se les conoce en su rol de operadores a sueldo, activistas a cambio de intereses, militantes de cofradías selectas que trabajan para la corrupción, la impunidad y el permanente caos político en una América Latina anestesiada por las izquierdas, que siempre los escucha hablar de derechos cuando ellos trabajaron para quitárnoslos, que los recibe cuando ellos nos maltrataron en sus antiguos puestos y dominios, que los vemos llegar como si fueran dueños de sus haciendas del poder o embajadas del terror y ahora, esa es la palabra clave, y ahora nuevamente se la dan de demócratas preocupados por el Perú, que no es su país, sino la alforja de sus monedas “a cambio de”, lo vuelvo a repetir.
Las “MIO” (misiones internacionales de observación) son fachadas informales, no tienen representatividad ni status diplomático, no son ni siquiera oenegés, sino cuatro o cinco ex funcionarios públicos de algún país que ya no los considera operativos en su estructura y que ante “los contactos” que sembraron y de alguna manera financiaron, con dineros públicos de sus naciones y de organismos internacionales donde lucraron en sus cargos, vienen ahora a buscar pantalla y dinero, poder e influencia, cuando nadie los ha llamado porque nadie los iba a llamar, pero como hay una prensa arrastarada y partiditos políticos más arrastrados, se convierten estos de las “MIO” de izquierda repugnante, en algo así como “estrellas de la influencia política” en cada país que visitan para hacerse invitar, pagar, beber y cenar gratis a costa de nuevas víctimas de sus “análisis, conferencias y estudios”… a cambio de, siempre es “a cambio de”.
¿Porqué las instituciones del Estado los invitan o los reciben para firmar acuerdos e intercambios si esos de las “MIO” no tienen representatividad ni son organizaciones reconocidas legalmente?
Muy simple,porque el Perú es un nuevo globo de ensayo de la ultra-caviarada internacional, la de los ‘ex’ funcionarios extranjeros que se entrometen en un país libre, para sacar provecho para sus bolsillos, ya que no los anima ni la solidaridad, ni la verdad, ni la autenticidad de lo que pretenden querer defender como bueno, correcto o democrático. Eso es… “a cambio de”.
Y como no hay sensatez, honor, inteligencia, prudencia y honestidad en los que se hacen llamar políticos, políticas, polítiques, polítiquis o como sea que quieran decirse, llegan estos mercachifles de las “MIO” de la informalidad internacional a sorprendernos, en alianza con sus pares de la caviarada nacional que se arrastra como siempre ante sus nuevos patrones de la izquierda frustrada, que va perdiendo cada vez más los espacios que había dominado por décadas de burocracia y aniquilamiento de la Justicia.